Recuerdo que le conté sobre mi nueva medida a mi esposo un día en que estábamos haciendo un tramite en una base militar y vimos un árbol cuyas raíces eran muy altas. Mi esposo me dice: "Las raíces son mas altas que tú (se queda pensando unos segundos y agrega), hasta más altas que yo". Mi esposo mide 5'9" y yo le dije: "que bueno que lo arreglaste por que mas alto que yo, cualquier cosa". En fin, era un árbol hermoso e imponente. No somos expertos en botánica pero dedujimos que era un Ceiba.
Han pasado los días y acabo de recordar ese árbol. Y podría sacar muchas enseñanzas. Tal vez este artículo carezca de valor investigativo botánico, pero de algo estoy segura, que es una de las maneras mas hermosas de transformar una raíz en parte de la belleza del árbol. Usualmente cuando hablamos de raíces de amargura pensamos en aquellas que han hecho cavidad dentro de la tierra del corazón arraigándose muy profundamente y que en la superficie aparenta no pasar nada. Sin embargo, este imponente árbol sabe como transformar sus raíces en parte de su fuerza y belleza.
En parte me hace reflexionar en lo que algunos sicólogos hablan de sacar todo lo que uno lleva dentro afuera para sanar. Hay sucesos que no podemos cambiar por que son parte del pasado, pero podemos hacer que esos procesos y situaciones se transformen para embellecer nuestra vida y mostrar vigor, fortaleza y resistencia. Las raíces de amargura, son aquellas en que sólo el individuo que las posee se ve afectado. La gente no sabe lo que llevas guardado hasta que un día te manifiestas de que te has alimentado. Creo que es hora de que dejes de autoalimentarte con dolor, odio, rencor y hasta que dejes de rehacer una película del pasado. Si el evento hizo un giro en tu vida, haz que ese giro te haga un orgulloso sobreviviente del caos y el dolor que acabas de enfrentar.
Esa ceiba imponente que vimos ha vivido mucho. No lo dudo. En cada huracán, en cada amenaza de deforestación ha hecho que sus raíces crezcan ½" más. Ha mostrado con sus raíces que ante todas la pruebas de la vida lo ha hecho invencible. ¡Haz como la Ceiba, que cada ½" de dolor, transforma tus raíces en una belleza admirable!
-Dios te Bendiga
Jomayra De Jesús Ortega
4 comentarios:
Muy bonito el articulo
Saludos, Betsy, gracias por tu apreciada colaboracion!
Gracias. A mi me gusto mucho. Lo he leído dos veces. Tiene algo de poético....
Gracias, creo q en muchos detalles de la vida, podemos ver las enseñanzas que Dios tiene. Especialmente aquellas que parecen pequeñeces.
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