Una Evolución Real

Muchos se ha debatido en los últimos años acerca del origen del hombre y de la vida. Muchos entregados a la sabiduría de estos tiempos han optado por creerle a la ciencia, así como muchos hace mucho tiempo entregaron su fe al gobierno. El debate hoy en día se resume en dos facciones o creencias; Creacionismo y Evolucionismo. De donde de mala manera, de boca en boca y a través de los medios se ha regado el hecho de que la ciencia apoya este último, cosa que es un error. Muchos en la comunidad científica están a favor del creacionismo.
Una opinión muy común en los círculos científicos es la idea de que nada ha comenzado su vida en un estado de destrucción y termina en un estado de construcción evolutivo perfecto. No hay pruebas de esto y tampoco se puede tomar la evolución, llevarla a un laboratorio y probarla. Aquellos que toman la opción de creer en la evolución lo hacen por fe. De hecho se comenta que aquellos que creen que los monos se convierten en hombres y que el universo apareció de la nada tienen más fe que aquellos que creen en la Creación de un Universo que fue creado en seis días. Optar por creer en la evolución es optar por sacar a Dios del panorama. Obra que sabemos es del diablo desde el principio de las eras. Sacar a Dios del panorama crea un mundo de decepción y desesperanza muy parecido al que viven muchos individuos hoy. La agenda es clara. La Biblia y la Oración fueron sacadas de las escuelas, eliminadas y borradas. Mientras que en currículo escolar se mantiene el énfasis en la asignatura de la ciencia poniendo énfasis en la teoría de la evolución de las especies. Dicha teoría nunca fue probada, sigue siendo una teoría de algún loco que la sociedad científica (y no su mayoría) ha tomado como un hombre de ciencia. Al investigar sobre la teoría de la evolución de las especies nos damos cuenta de que existen muchos lagos sin explicación. Uno de ellos es que es una teoría que carece de lógica secuencial. La explicación de Darwin permitiría que los cambios que supuestamente toman estas especies se pudieran observar en el día de hoy, cosa que no es cierta. Nuevamente entra nuestra opinión y la de muchos de que el asunto de la evolución es mas bien relacionado a la fe.
Graciosamente esta cultura que se ha levantado a defender los designios de la evolución se ha autoproclamado como una élite de sabios. Quiero decir que hoy en día hablar de evolución y de la teoría de Darwin entre círculos sociales de adolescentes, jóvenes y adultos se toma como un tema culto e inteligente. Cosa que para mi es de lo más cómico. Porque muchas de estas personas en sus conversaciones no tienen ni la más mínima idea de lo que están hablando. Muchos dicen que nosotros los cristianos lo que hacemos es defender a ciegas las ilusiones que tiene un libro escritas, y que esa defensa se hace por medio de la fe. Interesante por de mas está decir que en esos términos ellos hacen prácticamente lo mismo. Defienden por fe (porque no han visto) lo que alguien escribió en libros.
Ahora yo sí creo en la evolución y de aquí se desprende el titulo de este articulo. Yo creo en la evolución del pensamiento, en día a día cambiar mi manera de pensar hacia una más espiritual. Creo en que la evolución del hombre es el renuevo del espíritu a través de las enseñanzas de la Biblia y las practicas espirituales enseñadas por Jesús. Creo que esto abre nuestro mundo y nuestra vida a una dimensión sobrenatural extraordinaria y a esto yo personalmente le llamo evolución. Activar tu vida con los dones del Espíritu Santo, es evolucionar. Porque el hombre carnal no puede poner en practica estas cosas y más aún para él le son locura. Mientras la mente del cristiano se va renovando, según las palabras del apóstol Pablo. Nuestro llamado como cristianos no es tanto a convencer a ninguno de estos "sabios" a través de un debate sin sentido. Nuestro llamado como cristianos es a vivir la verdadera evolución que es nuestra herencia, cual fue comprada con precio de sangre. Nuestro llamado es vivir bajo nuestra nueva identidad y por medio de ella dar a conocer al mundo el evangelio de Jesucristo. No por palabras de vana sabiduría, sino con poder de Dios. Y créame, este poder de Dios al que se refiere Pablo en la Biblia no son dos o tres lenguas extrañas (o angelicales), tres brincos en el banco de la iglesia y ya. No, este poder de Dios del cual habla Pablo es el mismo de cual se referían los ciudadanos romanos cuando veían venir a los cristianos y decían:
"Estos que han trastornado al mundo han venido también acá".
Esto en referencia al impacto social que estaban haciendo los cristianos de la iglesia primera en la sociedades que componían a aquel mundo conocido.
-Dios te Bendiga.

-Antonio Andino Jr