La fe mueve montanas dice una de las canciones
de Rene Gonzáles. A mi me gusta mucho
esa canción. Hace poco tenia una
conversación con alguien acerca de le fe.
Y es que a los cristianos y hasta a los no cristianos se les enseña a tener
fe. Hay algo especial en la fe. La fe es una substancia única que pone en
movimiento miles de cosas en un mismo universo.
La fe sirve para todo, desde adquirir salud hasta obtener riquezas,
tanto espirituales como materiales. La
fe me pone a pensar y de hecho es la fe la que me motiva a escribir este
articulo. La fe en que alguien será
impactado al leerlo, la fe en que el mensaje puede llegar más allá de los
confines de mi isla. En esta
conversación que estaba teniendo con mi amigo acerca de la fe, le explicaba que
yo en lo personal entendía que habían dos diferentes tipos de fe que practicaban
las personas. La fe activa y la fe
pasiva.
La fe pasiva es aquella que descansa en
la espera de que algo sucederá. Es creer
que las cosas van a cambiar, que algo va a suceder, pero no se hace nada a
cambio. Es esperar a bajar de peso, es
esperar a obtener un empleo, es esperar a casarme, es esperar a que Dios va a
bendecir mi ministerio, pero yo no voy a mover una paja del piso. Creo que este tipo de fe pierde lo que es el
acto de inición a que las cosas sucedan.
No estoy diciendo que la fe pasiva sea algo malo, pues ella resulta en
pensamientos positivos que tienen el potencial de desencadenar eventos en
nuestras vidas. Pero que algo tenga el
potencial y que algo realmente se realice en el mundo físico son dos cosas muy
diferentes.
La fe activa es la que me gusta. Conlleva el acto de movernos a la
acción. Es decir quiero perder algunas
libras, comenzare a caminar el martes.
Es decir quiero casarme, me voy a mover a conocer algunas personas en mi
iglesia, a darme la oportunidad de conocer a alguien en mi lugar de
trabajo. Es decir necesito dinero tu
eres el Dios que provee y movernos en la dirección hacia esa fuente de dinero
ya sea un trabajo o el comienzo de una nueva empresa o negocio familiar.
“Por favor Antonio, es que tu no vives en
la realidad” – dicen algunos. Negativo,
los que no viven en la realidad son los que están esperando que las cosas sucedan
nada mas porque son buenos e hijos de Dios.
Sí, eso es parte del proceso comportarnos de manera correcta y conocer
nuestra identidad en Dios, pero también es parte del proceso comenzar a caminar
en la dirección de nuestra fe. Que
hubiese sido del hijo prodigo si solo hubiese deseado volver a la casa de su
padre. El veía en su mente, se imaginaba
el recibiento y creía en que iba a ser aceptado nuevamente en casa de su padre. Todo esto era el ejercicio de la fe mientras
dormía con los cerdos lejos de su hogar.
Pero entonces activo su fe y fue, camino y toco la puerta. El proceso sigue ahí, vio en su mente (la fe)
las cosas que no eran reales como si fuesen a suceder y luego se movió para que
sucedieran y a la larga como este proceso es de Dios y es infalible, las cosas
resultaron como la fe las inspiró en la mente del hijo.
El “pero” es impedimento para la obra de
la fe, es la obra de la queja. Saca de
tu vocabulario toda queja, esto lo que hace es estancarte. La queja se convierte a la larga en una
profecía de realización. Si te quejas de
que te sientes mal, créeme que te sentirás peor. Si te quejas del sobrepeso, pero no haces
nada. ¿Qué crees que va a pasar? Conozco
gente que se la pasan quejándose todo el tiempo. Y ahora mas por las herramientas de las redes
sociales, quejas hasta por Facebook y Twitter.
Creo que es hora de dejar eso atrás, si no te olvidas de la queja
siempre tendrás una razón para quejarte.
El
otro tropiezo de la fe es la excusa.
Esta en lo personal es la más que me fastidia y utilizo “fastidia” en
carencia de una palabra mejor para describir la sensación y el sentimiento que
me da cuando reconozco una excusa en mi o en los demás. Soy de los que piensa de que a la hora en que
las personas dicen querer hacer algo y viene un (pero) en sus expresiones… todo
es una simple excusa. Un ejemplo de
esto:
“Yo quisiera correr y estoy motivado,
pero es que los tenis que tengo son de esos que molestan cuando corro”.
Este tipo de conversaciones y actitudes
entorpecen cualquier buen trabajo que pueda comenzar a hacer la fe. La fe no comprende el lenguaje de las
excusas. La fe entiende que cada vez que
hablas así lo que haces es mintiéndote a ti mismo y la fe no tiene parte con la
mentira. La mentira no tiene oportunidad
de manifestarse en tu realidad, porque la mentira no existe, no es real. La Verdad produce fe y la Verdad es lo único
que se puede manifestar en nuestras vidas cuando por medio de la fe logramos
movernos a la acción, el resultado es que algo sucederá. Créeme que si tienes fe, sin quejas y no
tienes ninguna excusa, la ecuación dice que algo sucederá, esto es
infalible. Algo tiene que ocurrir y el
resultado siempre va a ser beneficioso para ti.
Por ultimo trata de alejarte de la gente
que anda en continua queja. Créeme esta
gente no va a cambiar así porque si, lo mas probable es que en tú intento de
cambiarlos a ellos, ellos te van a cambiar a ti y a estas alturas del juego no
podemos darnos esos lujos. Tenemos que
seguir hacia delante con gente que realmente quiere seguir adelante. Todo peso, toda carga y todo lo que empaña
esa visión de fe que tenemos, tiene que desaparecer.
Así que cuando tengas en frente de ti esa
opción de cambio, ese nuevo rumbo, esa meta que tanto anhelas, camina de frente
hacia ella. Ponle fe y activa esa fe con
un acto que vaya en camino hacia lo que quieres lograr. Dios dispuso las herramientas y en Dios las
cosas son infalibles. No conozco ni una
vez en que Dios haya fallado así que sus procesos tampoco han de fallar.
Dios te bendiga.
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