Venciendo la Mediocridad

Hay que aceptar que muchas veces somos mediocres en las cosas que hacemos. No debería ser así, pero lamentablemente crecemos y nos movemos en una cultura de mediocridad. Cuando vamos a una oficina de gobierno y hasta en algunas oficinas privadas podemos ver de primera mano el ejercicio de la mediocridad. Y es que hemos aprendido a hacer las cosas únicamente por devengar un salario, y esto a la larga se convierte en un problema. Nos olvidamos que nuestro primer motivador para hacer las cosas debería de ser el servir. El servir a las personas con un corazón honesto viene acompañado de la cura de la mediocridad. Yo trabajé mucho tiempo como servidor en el área de servicio al cliente con T-Mobile y te puedo decir que ha sido una de las experiencias que más me entrenó personalmente para dar un servicio genuino a las personas, en este caso los clientes. ¿Que sucede?
Yo me creí la doctrina de entrenamiento y trabajo de T-Mobile, quienes eran muy rigurosos en las formas que tenían para evaluarlos a nosotros en relación a nuestra atención y cuidados de nuestros clientes. Aprendí durante esa etapa de mi vida, que la mediocridad no deja nada bueno. Aprendí que no puedes vivir la vida siendo mediocre y esperar resultados agradables, cómodos y de éxito. No funciona así. Aunque mires a tu alrededor y veas personas que puedes juzgar como mediocres y supuestamente les este saliendo todo bien, solo tienes que esperar algún tiempo y verás que en algún área de su vida se hará ver el fruto de la mediocridad. La Biblia dice que miremos bien ya que Dios no puede ser burlado, que todo lo que el hombre sembrare esto también cosechará. Creo que esto es una profunda invitación a hacer las cosas bien. Nuestro caminar cristiano no solo debe resumirse al tiempo que pasamos en la Iglesia los Domingos y en las actividades especiales que la Iglesia patrocina. De hecho, soy de los que piensa que la verdadera Iglesia comienza cuando sales del templo. Eso es una invitación a poner en práctica fuera de la Iglesia lo que aprendes dentro de ella. Y entiendo que la mediocridad no es una de las cosas que enseña la Iglesia, ni la Palabra de Dios.
De hecho, puedo añadir que la Palabra de Dios dice que todo lo que hagamos lo hagamos como si fuese para Dios. O sea que cuando hagas algo no pienses que es para el jefe, ni para la compañía, ni para el gobierno, sino que tengas en tú mente y en tú corazón que estás haciendo las cosas para Dios. Y esto puede llevarse a un paso más allá. Usualmente cuando estás en un área de servicio, brindando servicios a clientes o a la comunidad, sabes bien que cristianos van a pasar por tus manos y ahí se hace bien real lo que dice la Biblia, que cuando hagas algo lo hagas como si lo hicieras para Dios. Recuerda que Jesús dijo que cualquier cosa que hayas hecho por uno de sus "chiquillos" también por él lo habrás hecho. Vez, como si estuvieras haciendo las cosas para Dios. Así que la próxima vez que vayas a tu trabajo o vayas en calidad de voluntario o asalariado a dar cualquier tipo de servicio recuerda que Dios como Padre que disciplina, ama y educa, estará siempre pendiente de la manera como hacemos las cosas. Es mi oración y mi deseo que como cristianos seamos mejor ejemplo de la buena calidad de servicios que podemos ofrecer a nuestro mundo y a nuestra sociedad.
Dios te Bendiga

-Antonio Andino Jr