“El
que este libre de pecado que tire la primera piedra”. Decir esas palabras es como agitar una varita
mágica para hacer que los que señalan nuestro error queden detenidos por los
suyos. Es la fórmula perfecta para
evitar que otros puedan entretenerse con nuestros males y estén mas preocupados
por los suyos. Es lo que a últimas instancias, luego de exponer tu situación y
no hallar compresión lanzas para que simplemente no te atormenten mas con sus
lecciones de moral. Todos lo hacemos.
Todos, independientemente de la religión que profese y hasta aun escépticos ha
repetido esas palabras.
De
hecho, hay quienes no saben quien dijo esas palabras y las circunstancias. Pero permíteme darte una reseña de quien lo
dijo, a quien lo dijo y por que lo dijo.
El pueblo de Israel, el pueblo en que Dios eligió no por ser especiales
sino por que por un lado de la tierra debía comenzar a restaurar al hombre,
hizo un contrato con Dios. En ese contrato Dios les dijo que si le obedecían y
seguían sus caminos serían prósperos y benditos y estos aceptaron. De ahí Dios creo unas leyes para traer orden
en la sociedad israelí. En uno de los
libros de la ley llamado Levíticos 20:10
dice: “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero
y la adúltera indefectiblemente serán muertos”.
Cuando
vemos la historia de la mujer adúltera
que los fariseos y los escribas trajeron a Jesús para que la juzgara, querían
usar esta ley, sin embargo ellos no cumplieron a cabalidad con ley. Ellos le dijeron a Jesús: “...Maestro, esta mujer ha sido
sorprendida en el acto mismo de adulterio.
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué
dices?” (Juan 8:4-5). La ley exigía que
trajeran al hombre y la mujer y ellos trajeron sólo a la mujer y citaron solo
la mitad de la ley. El hecho de que
Jesús dijera: “El que este libre de
pecado tire la primera piedra” no fue una declaración de inocencia hacia la
adúltera sino que hacía que todos ellos no estuviesen aptos para cumplir la
misma ley de la que acusan a la mujer.
Ahora
bien, ¿por que todos terminan ahí la historia? Simplemente por que a todos nos
gusta librarnos del juicio sin embargo Jesús no sólo puso en su lugar a los que
querían juzgar bajo su criterio, sino que también trato con ella. “Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie
sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te
condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”, (verso 10-11). Jesús sí estaba libre de pecado, sin embargo
Él no puedo quebrantar la ley al condenar solo una de las partes que cometía
pecado y dejar libre la otra parte.
Es
probable que la última oración nadie la cite como usan la primera para evitar
la condena. Nadie cita la orden que da
Jesús que le sirve de garantía para no ser juzgado (“justamente”) por nuestras
acciones. El dijo: “...vete”, en otras palabras eres libre,
sigue tu camino, no hay quien te haga mal ahora por lo que has hecho, sin
embargo continua: “...y no peques mas”. Oh, ohhhhh!!!! La conjunción “y” significa que va unida al
“vete”, unida a esa libertad. Significa que para que goces la libertad que El
te da, debes asumir la postura de “y no peques más”.
A
este punto me dirás: “Nadie puede dejar de pecar”. Error. Dios espera que dejemos de pecar, aunque
conoce nuestra tendencia a volver a pecar. Dios lo que desea es que tomes la
decisión de RENUNCIAR a la vida de pecado que llevas simplemente porque usas la
excusa de tu naturaleza pecaminosa.
Jesús murió para que puedas evitar el pecado. Si aceptas Su sacrificio, si aceptas Su
autoridad, debes aceptar que sí puedes vencer el pecado. Tu libertad depende de no reincidir en el
pecado por que vivirás en un ciclo donde siempre estas en la mira del “peñonazo”
de los hombres.
¿Que
habrá pasado con esta mujer luego del suceso?
La Biblia no lo revela, sin embargo yo estoy segura que todas las rocas
de Israel debieron servir de recuerdo para evitar el pecado.
Es hora de que te responsabilices de tus
acciones. Cada vez que uses ese versículo “el que este libre de pecado”, asume
tu parte con valor “y no peques mas”.
-Mis
respetos y Bendiciones,
-Jomayra De Jesús
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