lunes, julio 16, 2012

En el día de hoy.

Gracias a Dios por la gran oportunidad que tenemos en el día de hoy. ¿Entiendes?
La vivencia única de la experiencia del presente es algo muy bello y digno de apreciar. El patrón del mundo en el que vivimos nos enseña a vivir en una agenda adelantada, pendiente al mañana, a lo que sucederá, al próximo cheque o a la próxima cita. Sin embargo el Reino de Dios nos invita a no afanarnos. Dios nos invita a entrar en un reposo mental y emocional y que reconozcamos que Dios sabe de cuales cosas tenemos necesidad. Dios es nuestro sustento.
Pienso que Dios nos invita a vivir un día a la vez. Con esto no me refiero a la absurda idea mundana que dice que vivas el día como si fuera el ultimo día de tu vida, así que vivamos la vida loca.
"Para nada". A lo que me refiero es que vivamos el día, la experiencia presente de estar vivos. No solo existir, sino, mas bien vivir. Cuenta un predicador y conferencista de nombre Myles Munroe que el estaba de vacaciones en su tierra natal, Las Bahamas y que se encontraba cerca de un cementerio, podía avistar desde donde se encontraba las blancas lápidas con nombres que casi no se pueden leer. También podía ver la grama y los arboles como se movían por la leve brisa que acariciaba al día y de momento en medio de toda esta experiencia apareció también la voz de Dios que le decía que ese lugar estaba lleno de gente que nunca vivió. En primera instancia Myles no entendía lo que Dios le quería decir.
Myles iba caminando de vuelta al hotel donde se estaba hospedando, sin dejar de pensar en aquella palabra recibida en su espíritu. Argumentaba con Dios y le decía: "Dios, ¿como que nunca han vivido?, si están en tumbas, están muertos. O sea que sí han pasado por el proceso de la vida. Han vivido". Al llegar a su habitación y recostarse por un tiempo recibió la revelación de la palabra en su corazón. "Myles, ellos no vivieron, simplemente existieron".
Es triste pensar que llegamos a la tumba, al último destino de nuestro cuerpo físico en este plano de existencia al que llamamos tierra y darnos cuenta que solamente existimos y que realmente no vivimos. Teniendo la oportunidad de vivir, simplemente escogimos existir. Y te puedo decir y dejar saber que existe una gran diferencia entre ambos. Vivir exige un propósito que va más allá de una vida física, sino que sabemos que dejará un legado en el alma de los que nos rodean. Vivir significa experimentar los segundos, minutos y horas independientes como parte de nuestra existencia. Experimentarlos con la compañía divina de Dios que nos enseña como verdaderamente se pueden apreciar los diferentes elementos que acompañan la vida. Vivir no es solo abrazar a nuestros seres queridos, sino que ABRAZAR a nuestros seres queridos. No solo tener una experiencia de vida, sino que tener una experiencia con el Autor de la vida y por medio de Él vivir el resto de nuestros días.
Te extiendo la invitación a que en el día de hoy meditemos en la vida y todo lo bueno, bello y digno que ella trae a nosotros por medio de Dios. Te invito a dejar de pensar en la muerte y la cultura de muerte que propician los medios de comunicación y la sociedad. Te extiendo la invitación en el día de hoy a Vivir.
-Dios te Bendiga

-Antonio Andino Jr





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