Debes de sentirte feliz porque has llegado hasta aquí. La gente a lo mejor no esperaba tanto de ti. Muchas veces te criticaron o te vieron como la oveja negra de la familia. Pero en tu corazón tú sabías que estabas destinado para la grandeza. Tú sabías que estabas destinado a cosas mayores. Y seguiste adelante y cuando las cosas se ponían duras tu insististe. Mientras caminabas, todos aquellos que te criticaban comenzaron a caer en el camino. Comenzaron a quedarse atrás y tu continuabas insistiendo, con una meta y un corazón salvaje veías el destino de tu vida, un destino grande. Mientras crecías en tu vida te diste cuenta que la vida es más que una cosa sencilla, es compleja. Y está llena de momento felices y muchos momentos tristes. Pero te diste cuenta también que en todos los momentos, todo lo que ocurre depende de la actitud con que tomas las cosas. Sí las tomas con amargura, el camino se te hace mucho más difícil, si tomas un actitud feliz; aún en las peores circunstancias en las que te puedas encontrar, vas a encontrar una salida.
Ahora cuando miras hacia atrás te das cuenta que vale la pena luchar. Te das cuenta de que vale la pena vivir, sin importar las tormentas que traiga la vida. Porque cada tormenta trae consigo la calma en medio del camino. Y sin las tormentas no crecemos, las tormentas son parte del camino. De hecho, cuando veas que la vida pasa demasiado tiempo sin tormentas, es ahí cuando te tienes que preocupar, porque es ahí que se detiene tu crecimiento. Tu crecimiento siempre va a depender de los momentos difíciles de la vida. Cuando no hay momentos difíciles uno no crece, y para saber vivir hay que crecer. Disfruta este presente que tienes delante de ti por la mano del Creador de todas las cosas, porque Él ha puesto delante de ti este día para que lo vivas como el lo dio. Y también deposito dentro de ti la capacidad de cambiar cualquier cosa del día que no te guste.
Sí, es bueno pedirle a Dios. Lo dice en la Biblia. Pero es muy importante entender también que Dios deposito en ti su semilla. Y la semilla de Dios te permite cambiar aquello que no te guste. te permite cambiar las cosas que por alguna razón no deben de estar en tu vida. No dudes ni por un minuto que Dios no está contigo, es una promesa de parte de Él. Olvídate de lo que dice la gente y de la manera en que piensen, ya tú pasaste por eso y has visto como terminan los que se pasan hablando y criticando. Al final del camino no les va muy bien. Tampoco te conviertas en uno de ellos.
Dios creo para el cada ser humano un sendero exclusivo, por eso es que ninguno de nosotros somos iguales en ninguna de las cosas que tenemos e nuestro cuerpo. De igual manera no somos iguales en las cosas que hacemos. No busque ser como los demás, mantente original, porque así el te hizo. Deja que los demás se copien entre ellos, tú no tienes que copiar nada de nadie, tú no naciste para hacer eso. Tú naciste para demostrarle al mundo entero que dentro de ti fueron depositados unos talentos y tú los vas a hacer resaltar. En este momento estás feliz, porque has logrado llegar hasta aquí. Aún cuando muchos dudaron eso de ti. Ahora puedes sonreír con las nuevas fuerzas que hay dentro de tu corazón, las cuales te ayudaran a luchar en el día por venir. Bendiciones.
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