Todos los días, una nueva oportunidad.

Dios es un Dios de oportunidades y siempre quiere que el hombre llegue a un mutuo acuerdo con Él.  La esperanza de Dios es darte cada día una nueva oportunidad.  Cada día que vives en la tierra representa una esperanza y una oportunidad que se presenta para que puedas aplicar la fe y cambiar las circunstancias de tu vida a favor del Reino de los Cielos.

El Reino de los Cielos está a la espera de poder accionarse en tu vida y cambiar todo aquello que ves que está entorpeciendo tu camino a una vida de bendición de Dios.  Dios no nos ha traído a ésta vida a sufrir, como vemos muchas veces en las vidas de los cristianos.  Sé que la Biblia dice que si Cristo sufrió persecución nosotros también sufriríamos persecución, pero no es de persecución de lo que estamos hablando y cuando venimos a ver Jesús tuvo una vida de victoria sobre las circunstancias y murió por el hecho de que tú fueras más que vencedor.  Esto está explícitamente expresado en las páginas de la Biblia.

¿Entonces que sucede?
Muchos cristianos viven una vida de continua derrota y lo que le llaman la "quejabanza".  Bueno particularmente esto no es el resultado de una vida de Reino y es que nos hemos estado acostumbrando a lo que el sistema del mundo llama bienestar y no necesariamente es lo mismo para Dios.  Para Dios el bienestar es una vida que encuentre significado en Él y en Él encuentre también su propósito.  El sistema mundial en el que vivimos no patrocina el bienestar y la paz a favor del Reino de los Cielos en las vidas de las personas y por eso sentimos que estamos en una constante guerra interna y externa.  En realidad es una guerra y Dios nos ha dado las herramientas para salir con éxito todo el tiempo.

A veces hay que callar las voces del sistema mundial, porque son muchas y usualmente no saben de lo que hablan, porque todo asunto sobre la faz de la tierra encuentra su verdad expresada únicamente en Cristo y la verdad de Cristo habita en nuestros corazones.  Cada día que Dios nos ofrece es una oportunidad que nos da para mostrar la victoria y la esperanza de una mejor calidad de vida a los otros seres humanos que buscan en nosotros un testimonio de las cosas celestiales.  Aprovecha cada oportunidad otorgada por el cielo.