Tengo que decirlo, para nosotros lo hijos de Dios, todos los días deben de ser de amor y de amistad. Es lo que nos identifica y nos diferencia del resto de la sociedad que necesita un día para acordarse del amor y de la amistad al igual que necesitan un día para acordarse de dar gracias a Dios (Día de Acción de Gracias). Pero nosotros los hijos de Dios debemos de ser diferentes y mostrar amor y amistad en todo momento presentando así una apertura para manifestar de parte de nosotros hacia los demás el amor de nuestro Padre Celestial.
La gente impía está en espera de la manifestación de los hijos de Dios, como también lo está el planeta tierra y aunque hay muchas teoría acerca de la manifestación de los hijos de Dios solo hay una probada por el Manual de Vida; el que se amen los unos a los otro. Dice la Biblia que en esto conocerán que son míos dice el Señor, en que se amen los unos a los otros.
Hay especulaciones de que la manifestación de los hijos de Dios se verá en la tierra cuando los hijos de Dios gobiernen el mundo (el planeta donde vivimos o el sistema mundial). Puede ser, tal vez y por ahora no quiero entrar en negaciones respecto a ese asunto. Hay otros que mencionan que la manifestación de los hijos de Dios se dará cuando el rapto se lleve a los verdaderos hijos de Dios a habitar con el Padre Celestial en las Alturas, tal vez también esto pueda ser cierto y no intento debatirlo ni entrar en polémica en cuanto a este asunto a través de este escrito. Lo que si te puedo asegurar es que Jesús dijo que si se amaban los unos a los otros el mundo se daría cuenta que proveníamos de Él, y creo que esa es la manera más inmediata de demostrar y manifestar la herencia de Dios que tenemos como sus hijos. Otra cosa seria especular en profundidades que aquellos que esperan la manifestación ni tan siquiera entienden.
Por lo tanto amados míos les dejo este articulo para que meditemos en como podemos manifestarnos a la sociedad de testigos que tenemos allá afuera, quienes esperan que se les ame de manera incondicional como nosotros también fuimos amados en un momento y por medio de ese amor recibimos la tan anhelada salvación que hoy gozamos.
Que el Dios te toda Gloria y Poder derrame amor y misericordia sobre nuestras vidas y con ese amor y poder podamos cada uno de nosotros sus pequeños hijos cambiar el mundo por medio de la manifestación que espera el mundo. El mundo está en espera de la manifestación de los hijos de Dios.
Bendiciones.
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