En algunos círculos cristianos hoy en día se habla mucho de lo que se ha llegado a conocer cómo la Transferencia de Dinero. Para ser simples y evitarnos un significado demasiado amplio podemos decir que este tipo de creencia se basa en el hecho de que los antiguos judíos que salieron de Egipto salieron de ahí con todo lo que habían producido y despejaron a los egipcios de toda riqueza. Incluso los egipcios le pedían al pueblo judío que se llevarán todo, pero que se fueran.
Cómo cristianos sabemos que las cosas en la Biblia son tipología y tienen por común que se repiten o son alegoría de algo que se puede dar de manera muy similar.
Eclesiastés 2:25-26 lo dice así: 25Porque, ¿quién comerá y quién se gozará sino uno mismo? 26Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; pero al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar, para dejárselo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
El verso antes mencionado apoya la creencia de la transferencia de riquezas. Podemos creer o no creer. Yo de momento soy parte de los que creo que la tierra es herencia para los hijos de Dios y con esa herencia viene todo. La economía divina es de Dios y su te pones a mirar el mundo hoy te das cuenta que las finanzas y la economía mundial están siendo conmovidas. Esto se debe a que la economía actual tiene un fundamento muy pobre que está basado en el conocimiento humano. Pero la economía de los Hijos de Dios viene del Cielo.
Es tiempo de que los Hijos de Dios comiencen a invertir en el Reino de Dios
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