Quiero que tomes esta oportunidad para que te conectes a un tiempo a donde permitiste que el Oponente (el enemigo) dirigiera tus pensamientos.
Cierra tus ojos. Siéntate callado y viaja atrás en tu mente a ese tiempo en que te sentiste como una víctima. Obsérvate en esa situación. Reconoce lo enojado que estabas. -como dolió, traicionado, roto por dentro y abandonado. Las posibilidades son que ese sentimiento no salió de ti de manera rápida ni automática. Todos tenemos una lista de desencantos a la cual podemos mirar en cualquier momento. Así es como están en nuestra mente estas situaciones, vivas y presentes.
Fíjate de tu actitud en el momento. Toma nota de cuán defensivo te pusiste. ¿Aún estas estancado en ese patrón de auto-derrota?
Ahora puedes hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué sucede si me quedo en este lugar de culpa?
¿Qué sucederá en tu siguiente relación? ¿Cómo vas a trabajar con tu siguiente jefe restante o con el siguiente cliente que se queje? ¿Cómo vas a lidiar con los niños cuando te pongan a prueba? Es difícil ver de manera clara cuando estas en el punto alto de tus reacciones. Cuando estamos en las de culpar y quejarnos, no logramos ver al Oponente (el enemigo) susurrando en nuestra mente y nuestra conciencia. Esta es una de las cosas más difíciles de hacer cuando queremos alcanzar la transformación: simplemente no vemos al Oponente (el enemigo) en acción cuando él trabaja en nuestra contra. Pero cuando visualizas, cuando te enfocas en el todo de la escena, puedes desenmascarar a tu verdadero Adversario.
¿Sí no restamos nuestros sentimientos de enojo, nuestras interpretaciones de las cosas, nuestros juicios, o nuestras conclusiones, será nuestra respuesta a nuestro próximo obstáculo en la vida... algo diferente? ¿Es aquí donde queremos estar?
¿Qué elección tenemos? Podemos escoger ser proactivos en lugar de reactivos.
Ahora, tornemos todo este escenario al revés. ¿Cómo puedes ir de la culpa a crear una situación completamente diferente? Recuerda, el primer paso es pausar, detenerte y preguntarte, espera un minuto ¿Quién es el verdadero adversario? ¿Qué aspecto de mi estoy viendo aquí, y como puedo transformarlo y crecer en medio de esto?
Ahora tienen la oportunidad de ver lo que harías diferente. Si no tomas la oportunidad, ese escenario de culpa se repetirá una y otra vez hasta que aprendas la lección y lo cambies al nivel de la semilla.
Recuerda que todo es siembra y cosecha. ¿Qué tendrias que hacer entonces para cambiar las cosas al nivel de la semilla?
Corta el árbol que no da buen fruto y en su lugar comienza a sembrar semillas de buen fruto. A su tiempo verás cuan hermoso jardín has sembrado y cuanto te deleitarás.
Bendiciones.
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