Quiero que sepas que en este día Dios te reta. Dios se pone delante de ti como hizo con los antiguos y te dice que hay un diseño para ti. Que fuiste creado para cumplir un propósito y que Él sabe que te sientes vacío e incompleto. Él sabe que dentro de ti te pides más de ti mismo porque sabes que puedes dar más de ti mismo.
El sabe de las lágrimas que en la noche has derramado. Y conoce también los momentos en que cuando más acompañado estabas era cuando más solo te sentías. El lo sabe. Por eso este día te reta. No sólo a conocerlo a Él, porque mucho de Él se ha dicho y se ha escrito. Pero ¿cuanto de ti se ha escrito? No te conoces ni a ti mismo. Mucho menos conoces tu potencial y lo que eres capaz de hacer. A eso que te has visto haciendo lo llamas sueño y dices que es producto de tu imaginación. Acaso no sabes que la imaginación es parte del espíritu humano y que está donde está por una razón importante. Acaso no sabes que Dios le habla a tu ser por medio de la imaginación y te dice que lo imposible es posible. Por lo tanto no hay porque callar a la imaginación. Todo lo contrario es hora de que el débil diga fuerte soy. Es hora de echar las debilidades humanas hacia un lado. Todos pecamos y a estas alturas ya deberíamos saberlo, eso no es excusa para no hacer lo que sabemos que tenemos que hacer. Si así fuera nadie haría nada. Levántate y camina.
Nadie te va a llevar a ese pozo. Levántate y camina.
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