Nunca permitas que el coraje se
sobreponga a tu deseo por hacer las cosas que sabes que tienes que hacer. Muchos andan por la vida con corajes de
situaciones pasadas arraigados a su sistema y esto lo que crea es una parálisis
emocional que afecta todas las áreas de nuestra vida. Tenemos que salir de esa enfermedad autoimpuesta
que es el coraje. Tenemos que romper con
las cadenas de la amargura. Relaciones
pasadas que quedaron en un mal estado y situaciones de las cuales nos sentimos
que no tenemos la culpa, pueden ser lo suficiente para generar un sentimiento
de coraje en nuestra alma. El mismo que
con el tiempo sigue creciendo y se nos va enraizando en lo mas profundo de
nuestro corazón. Mucho de lo que ocurre
en nuestras relaciones interpersonales como pueblo es producto de corajes no
resueltos.
Tenemos coraje con la escuela porque en
realidad no nos enseño las cosas que nos prepararían para la vida. Tenemos coraje con el sistema, con el
gobierno y el mas común coraje de todos, sí; tenemos coraje hasta con
Dios. A la medida que comencemos a reconocer
estas situaciones en nuestra vida y comencemos a sanarlas, será a esta misma
medida en que nos soltaremos de ataduras que llevan mucho tiempo aguantándonos el
crecimiento.
Si has intentado crecer emocional o
espiritualmente y vez que cada vez es un continuo fracaso o una continua lucha
por seguir adelante comienza a perdonar.
Y deja que el proceso de sanidad interna se lleve a cabo. No importa si la persona con la cual tienes
coraje no está accesible, solo perdónala y pídele perdón. Veraz que este simple ejercicio te hará
crecer y veras como poco a poco se seguirán abriendo las puertas en tu vida a
mayores cosas. Pero no permitas que el
coraje tome control de ninguna manera sobre tu vida. Recuerda que sobre esta tierra todas la cosas
son pasajeras. Perdona y sigue adelante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario