sábado, abril 14, 2012

Coqueteo Peligroso


 Sin discreción alguna se le acerca, rozando con su cuerpo la cara del individuo.  Se escapa gozando de su libertad y regresa para hacer lo mismo.  El, impaciente intenta tomarla con su boca, ¿por qué no, si esta a su alcance?  Esto se repite una y otra vez por alrededor de 1 hora, hasta que finalmente, la atrapó.

Entre coqueteo y coqueteo, no se dio cuenta que el analizaba sus movidas, ya aprendió cada giro, cada gesto de evasión y cuando cree que esta al control, que lo tiene dominado, sus cuerpo se cansan y es cuando el toma la oportunidad que tanto esperaba:  su ataque preciso y asertivo.


¿No te parece esto un poco común?  Confías en tus habilidades para deshacerte de las trampas de tu enemigo.  ¿Coqueteas con el “a que no me tocas”?  Merodeas alrededor de El, conociendo hasta donde llegas. Tu tienes el pleno control de la situación. 

¿Por qué emplear el tiempo en coquetear con el Peligro?  ¿Por qué no tomar tu tiempo en volar libre, en aprovechar tu libertad y hacer lo que fuiste diseñado para hacer?  Muchos aferran a su estilo de vida la frase de “Yo amo el Peligro”. De mi parte diré que conozco la frase pero ni idea quien lo dijo. Tuve que darme la tarea de buscar quien era el personaje quien dijo la famosa frase que de alguna manera se ha impregnado en la conciencia de la gente, para enterarme que es una caricatura llamada Cool Mc Cool.  Una caricatura, que ni siquiera tiene vida sin imaginación del caricaturista.  Caricatura que no sufre daños a menos que sea de rating. Sin embargo, fue capaz de llegar a mi conciencia sin ni siquiera haberla visto.

La vida se vive una sola vez y es demasiado valiosa como para jugar con el Peligro.  Conoce tus fortalezas pero también tus debilidades.  No subestimes a tu enemigo.  No coquetees con el, aun cuando creas al 100% que puedes ser mas eficiente en la evasión que él en su puntería.  Se astuto.  Evita el coqueteo que produce el orgullo.  Desarrolla en ti la conciencia de que eres vulnerable cuando coqueteas con tu debilidad o con la aspereza de tu adversario. Procura gozar de tu libertad fuera de las garras de quien quiere lastimarte.

Este coqueteo peligroso se trató de una mariposa y un lagartijo.  La mariposa confió en su habilidad para volar rápidamente mientras que el lagartijo confiaba en su experiencia y paciencia para esperar el momento oportuno.  El coqueteo peligroso puede ser divertido y adictivo.  Es precisamente esa adicción a esa adrenalina que puede destinarte a la boca del lagartijo.  Vuela lejos del peligro conocido y estate atento a tu camino.  Cada día podrás encontrar nuevos peligros en tu vuelo, pero si te mantienes con entereza a tu propósito no perderás el enfoque y sentirás la plenitud para la cual estas destinado a ser. 

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