lunes, abril 08, 2013

Dios es Bueno


Dios te saco de la casa de servidumbre y te hizo una nueva criatura.  Dios te dio una nueva esperanza de vida.  Y te dio un propósito con el cual te puedes sentir completo.  Si Dios te trajo de las tinieblas a la luz, significa que te debes de sentir como la flecha del arco que fue tensada hacia su destino y ese destino es uno profético.  Dios anhela darte la herencia que te ha prometido.  Es bien importante que no desistas.  Es bien importante que no mires hacia atrás, no sea que te vaya a pasar como a la esposa de Lot, quien terminó convirtiéndose en una estatua de sal al querer prestar atención al pasado de donde había salido.

Dios es un Dios de visión, es un Dios de propósito.  Dios no te diseño para que te quejaras de tu pasado.  Dios no te diseño para mirar hacia atrás.  El te diseño con un propósito predeterminado desde la fundacion del mundo y su plan para contigo es de bien y no de mal.  Y está a punto de bendecirte de una manera que tú no te puedes ni imaginar, pues el siempre está presto para darnos mucho más de lo que nosotros le pedimos.

El que comenzó la obra, la va a terminar.  Esta es una de sus promesas y créeme que si el dijo que lo haría, el lo va a hacer.  Así es el Dios de Israel.  Así es el Dios de los siglos.  Y si dudas de Él; es que en realidad no le has conocido.  Y si aún no le has conocido haces mal en juzgar las cosas que no conoces y de las cuales no has probado.  No caigamos en el error de interpretar a Dios a nuestra manera cuando ya de manera clara podemos ver la representación de Dios hecha por Él mismo a través de las Escrituras.

Dios tiene un plan contigo y así como el tiempo se está acabando, es mejor entender de una vez que el plan de Dios para con nosotros es lo mejor que puede suceder en nuestras vidas.  Es cuando únicamente nos podemos sentir completos de verdad.  Cuando Dios pone sus manos sobre nosotros y comienza a trabajar sobre nuestras vidas como el Alfarero que trabaja con el Barro.  De esta misma manera, podemos entender que esto entonces es un proceso.  Pero un proceso cierto y comprensible; una vez decides montarte en la rueda del Alfarero.  Sin importar lo que suceda a tu alrededor o cuantas piezas piensas que se “dañan” en manos del Alfarero.  No nos corresponde a nosotros juzgar la obra de las manos de Dios.  A nosotros lo que os concierne es unirnos al Maestro para ayudarlo en lo que podamos, en lo que Él nos llama.  Otra cosa sería pecar. 

A veces no alcanzamos todo lo que Dios tiene para nosotros por el sencillo hecho de que siempre estamos pendientes a lo que Dios tiene para otros.  Pues como estamos pendientes a lo que Dios está haciendo en otro, Dios permite entonces que seas un espectador, una persona que lo que hace es mirar y no participa.  Basta ya.  Conviértete en un participante de lo que Dios está haciendo en esta hora que es tan importante para la Iglesia y para el Reino de los Cielos.  Dios te Bendiga.

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