Más que con un voto en unas elecciones
como las que se acercan en Noviembre, todos los puertorriqueños podemos elegir
en nuestro día a día ser patrocinadores de la libertad en nuestro Puerto
Rico. El Reino de los Cielos ofrece un valor
de libertad mucho más amplio que cualquier democracia practicada sobre la
tierra. Es con los valores que enseña la
constitución del Reino de los Cielos, la única que es completamente
inquebrantable. La constitución del
Reino de Dios es la Biblia. Soberana,
inquebrantable y más cortante que una navaja de dos filos. Una vez viene de la inspiración del Rey no
regresa atrás vacía, siempre va a cumplir con el propósito de Aquel que la
envió. Esta es la verdadera constitución
de un gobierno que trae verdadera libertad.
Y su representantes están en toda la tierra, son embajadores de un
mensaje de paz y esperanza. Son
embajadores de una economía de prosperidad y el plan de salud que te ofrecen
tiene un valor eterno.
Somos nosotros los creyentes en el Dios
de los cielos los que podemos brindar los mayores aportes a nuestra
sociedad. Individuos como tú y como yo
que sabemos lo que hay que hacer y como hacerlo. El sistema de educación del Reino de Dios
está configurado para no corromperse y tiene las mejores estadísticas de
graduados. El Departamento de Luz del
Reino de Dios promete que no se extinguirá tu luz. El Departamento de Agua dice que no te
faltará nunca el Agua una vez pruebes del agua de vida que te brinda el Reino
de los cielos. Toda esta esperanza, toda
esta realidad está escondida en la vida del Reino según Jesucristo la expresó
para la humanidad. La Bolsa de Valores
de Dios y su sistema económico no está en crisis de hecho está en su máximo
apogeo y es el momento preciso para invertir en el Reino de Dios. Cuando todo el sistema del mundo y lo que
este ofrece se está cayendo en cantos, el sistema que Dios instauro desde el
comienzo de los tiempos esta generando sus mayores frutos en esta época. Dios y su Reino se basan en resultados. Y más allá de resultados en esta era,
resultados eternos. Pero no te pide que
te unas a sus filas para cuando acabe el mundo te encuentres en la Alturas
tocando arpas a Su alrededor.
No; Dios te promete una vida abundante
desde aquí. Desde este lado de la
eternidad. La abundancia simplemente se
puede resumir como el cumplimiento de tu propósito. El mismo para el cual tú fuiste diseñado. Para algunas personas el cumplimiento de una
vida prospera no tiene que ver nada con el dinero o los bienes materiales. Para algunos el valor de su cumplimiento va
mucho más allá que eso. Pero para otros
sí, ellos sienten que fueron llamados a ser empresarios, para el Reino de los
Cielos y aportan a la economía del Reino.
Así que no importa cual sea tú llamado dentro de las filas del Reino de
Dios, lo importante es cumplir con ese llamado.
Formar parte de todo el equipo que trabaja para que ese Rey vuelva
pronto y cree ese mundo perfecto que todos estamos esperando. Dios y tú en una relación saben el uno y el
otro que es lo que tienen que hacer.
Dios está a la disposición de prepararte y capacitarte para que formes
parte de su equipo vencedor y cuando venga su Reino te puedas convertir en
parte de los que reinan junto a Él.
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