sábado, abril 21, 2018

El Enemigo tiene una estrategia para sus victimas.


¿Desearías en secreto haber nacido en una familia diferente?
¿Te gustaría vestirte de un nuevo conjunto de genes que te hicieran ser un nuevo yo?
¿Cuáles son las claves para tener un hogar y un matrimonio felices?

Limpiar la casa implica eliminar obstáculos espirituales, emocionales y mentales de las tres casas de las que se escribe en este resumen.  Limpiar la casa de la familia implica un proceso que denominamos cómo alteraciones redentoras, que tienen un impacto positivo en nuestro futuro cuando la palabra de Dios derrota los hábitos de pecado y vence la naturaleza carnal mediante la regeneración.
-Tiempo para orar.
¿Es posible que las familias actuales puedan comenzar a plantar un árbol genealógico que alimente una semilla generacional que se convertirá en un legado de justicia?
Existen exitosos dueños de negocios que tienen una cosa en común: muchos son cristianos profesantes y hacen donativos a la beneficencia o diezman para la obra del Señor.
En el mundo en que vivimos actualmente hay muchos indicadores que muestran la que falta de satisfacción y la desilusión están en aumento en la vida de muchas personas.
Factores externos que contribuyen a parte de la falta de satisfacción.  Nos enfrentamos a una economía mundial en declive, los trabajos escasean, y la mayoría de las personas afrontan más gastos de los que sus ingresos pueden cubrir.  Sin embargo, no todas, las razones para las actitudes y sentimientos negativos de un individuo provienen de causas externas.  Problemas internos pueden obstaculizar nuestro éxito en la vida.  Cuando más de 50% de los matrimonios terminan en divorcio, y millones de americanos no pueden dormir sin tomar medicación, deberíamos descubrir donde está la raíz del problema.
Cómo elige Satanás a sus víctimas
Mar 9:20  Y se lo trajeron; y cuando le vio, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos. 
Mar 9:21  Y Jesús preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo hace que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño; 
Mar 9:22  y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros. 
Mar 9:23  Y Jesús le dijo: Si puedes creer esto, al que cree todo es posible. 

Las cosas han cambiado desde que mamá y papá tienen que trabajar para llegar a fin de mes; los hijos se llevan a la guardería y a la escuela durante la semana; son entretenidos con la televisión, películas y la internet; y los miembros de la familia viajan por senderos separados, evitando pasar tiempo de calidad.
No solo debemos orar para que los hijos rebeldes experimenten al Señor, sino que también debemos orar para que el Senor proteja a esos hijos de si mismos o del peligro de sus propias decisiones necias.
Espíritus que atacan a los hijos.
Jesús preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo hace que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño; (Marcos 9-21)
Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija esta enferma, poseida del demonio. (Mateo 15:22)

Estos dos incidentes indican que ciertos tipos de espíritus intentarán invadir las vidas de nuestros hijos a una edad muy temprana.
El faraón de Egipto encargo a las parteras egipcias, y más adelante a todo el pueblo egipcio, que lanzacen al río Nilo a todos los bebes hebreos nacidos.  Herodes por temor ordenó a los soldados romanos que matasen a todos los niños menores de dos años de edad (Mateo 2:26).

Los niños en América se han enfrentado a su propio decreto de muerte desde que el aborto se legalizó en 1973.  El enemigo a cerrado los ojos de médicos, políticos, y sí, hasta madres embarazadas, que participan en la prematura muerte del no nacido.  Dentro de las profecías de los últimos tiempos en las Escrituras, hay una importante promesa profética dirigida a los jóvenes, los hijos y las hijas, que tendrá lugar antes del regreso del Mesías.  Se encuentra en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento.

Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos sonarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré mi Espíritu, y profetizarán.
Hechos 2:17-18

Con una promesa tan dinámica, ¿es sorprendente que los jóvenes de nuestra época estén experimentando los ataques más sutiles y astutos del adversario?
Al obstaculizar la relación con Dios de los jóvenes, el enemigo cierra sus oídos para que no escuchen la Palabra de Dios.  Al atarles con adicciones, drogas, alcohol, evita que sientan la gozosa y pacifica presencia del Espíritu Santo.  Al mantenerles en rebelión, fuerzas demoniacas evitan que experimenten el amor que sus padres tienen por ellos.  Satanás está conduciendo un programa masivo de ataduras para derrotar a la siguiente generación porque no sabe quien puede ser el siguiente libertador -el siguiente Moisés, Josué, Daniel, Débora, Raquel, Rebeca- o el siguiente gran líder para sacar a la nación de su tibieza y letargo espiritual.
Muchos que batallan con adicciones y ataduras primero se encontraron con las trampas del enemigo cuando eran niños.  Muchas mujeres que hoy están metidas en la prostitución fueron violadas o sufrieron abusos cuando eran niñas o adolescentes.  Las adicciones a la pornografía que alimentan el abuso y la perversión sexual normalmente comienzan en los años antes de la adolescencia.  Muchos de los hombres y las mujeres que están en las cárceles están allí por vender o consumir drogas ilegales.  Muchos comenzaron sus adicciones en sus años de adolescencia, sin saber nunca donde les conducirían finalmente sus adicciones.  Muchos homosexuales comenzaron a experimentar con actos homosexuales a muy temprana edad.  Algunos realmente sufrieron abusos cuando eran niños por parte de hombre más mayores, y otros entraron en ese estilo de vida en sus años de adolescencia.
Las semillas del Evangelio deben de sembrarse en el tierno terreno de los corazones de los niños, antes de que el tiempo, las circunstancias y las presiones de mundo formen una corteza en sus corazones.
(Proverbios 22:6)

Los agujeros en nuestra alma deben de sellarse antes de que pueda producirse una sanidad.  La buena noticia es que arrepentirnos de nuestros pecados y poner nuestra fe en Cristo no solo trae liberación de nuestras ataduras; ¡sino también sanidad a nuestra alma!

La Obra expiatoria de Cristo
En la Escritura, la palabra expiación se usa 80 veces y significa “apaciguar, anular, o reconciliar”.  En la obra expiatoria de Cristo, hay una triple obra expiatoria:
1.      La obra de Cristo trae salvación al hombre mediante su sangre. (1 Pedro 1:1819)
2.      La obra de Cristo trae sanidad mediante sus llagas. (Isaías 35:5; 1Pedro 2:24)
3.      La obra de Cristo trae sanidad emocional mediante el acto de llevar a Cristo nuestro dolor y tristezas. (Isaías 53:3)

       I.          La expiación del pecado “Más el herido fue por nuestras rebeliones Isaías 53:5
     II.          La promesa de Sanidad Física: “y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:5
   III.          La esperanza de sanidad emocional: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores…el castigo de nuestra paz fue sobre él”.  Isaías 53:4-5

Debemos llegar al punto donde entendamos esto y por fe transmitamos nuestras tristezas, dolores y rechazo al Sumo Sacerdote celestial, que es tocado con el sentimiento de nuestra debilidad.

4 Cosas que debemos hacer
1.      Afrontarlo – No niegues tus sentimientos, y no culpes a otros de tus emociones negativas.  Afróntalo como un hombre o una mujer que ama a Dios.  Nunca vas a cambiar lo que permitas, y nunca afrontarás lo que niegues.
2.      Detectarlo – Después de afrontar, debes detectar.  Llegar a la raíz del conflicto.  ¿Fue orgullo?  ¿Rechazaste un consejo piadoso?  ¿Satanás quería crear una pelea? ¿Entendiste mal el comentario de alguien?  Descubre la raíz, no solo las circunstancias superficiales.
3.      Borralo – Al pedir perdón -a veces puede que hasta escribir una carta o afrontar a la persona directamente para pedir perdón- estás en realidad, borrando la ofensa.  Dios lo borrará de cualquier registro en el Cielo y te ayudará a borrarlo de tu espíritu.  El enemigo puede que intente traer un recuerdo durante un tiempo, ¡Pero el Espíritu Santo te recordará que no necesitas recordar un pecado que Dios ha olvidado!
4.      Sustituir – Las viejas imágenes pueden ser sustituidas por unas nuevas.  Forma recuerdos nuevos.  Construye relaciones nuevas.  Sigue adelante con tu vida dejando atrás el pasado.




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