A finales
de los años 1800, un banquero alemán de nombre Meyer Rothschild dijo:
“Déjenme el
control de un sistema monetario nacional, y no me importa quien escriba sus
leyes”.
Parafraseando
lo que Rothschild decía, afirmamos: “Permítanme controlar el corazón del
sistema -es decir, el dinero- y no me preocuparía en lo más mínimo por quienes
envíen al congreso, la legislatura estatal o los ayuntamientos, porque tendré
el control total e todos los aspectos”.
Por lo tanto, tenemos un sistema que está siendo diseñado para controlar
el comportamiento económico y social de cada uno.
A fin de
hacer esto tendrán que hacer primero un mundo de desorden, de modo que la gente
acuda a ellos -clamando por la satisfacción de sus deseos inmediatos,
temporales -bajo un sistema que ellos controlen totalmente.
Frederic
Bastiat (1801-1050), economista francés, estadista y escritor:
“El hombre
puede vivir y satisfacer sus deseos solamente con su incesante trabajo, con la incesante
aplicación de sus facultades a los recursos naturales. Este proceso es el origen de la propiedad,
pero también es verdad que el hombre puede vivir y satisfacer sus deseos al
apropiarse y consumir los productos del trabajo de otros. Este proceso es el origen del pillaje. Ahora, ya que el hombre está naturalmente
inclinado a evitar el dolor, y puesto que el trabajo es dolor en sí mismo,
resulta que los hombres recurrirán a robar, siempre que el pillaje sea más
fácil que el trabajo. La historia nos muestra
esto claramente, y bajo estas condiciones, ni la religión, ni la realidad,
pueden detenerlo”.
Alfred Fraser
Tyler, profesor británico de los años 1800, dijo:
“Una
democracia puede durar tanto y hasta que la mayoría de la gente descubra que
pueden votar por las generosidades que la tesorería pública les brinde. Ellos seguirán eligiendo a los políticos que
prometan lo mejor, con el resultado final, que sería una caída de la
democracia, debido a un caos y ruina económica”.
Hoy en los
Estado Unidos, más del cincuenta por ciento de los estadounidenses reciben algún
tipo de cheque del gobierno. Ya que el
gobierno no produce nada, solamente lo pueden tomar por la fuerza de aquellos
que son productivos y que le dan su propiedad a los beneficiarios elegidos por
los políticos. Este tipo de sistema, por
último, causa conflicto entre las clases; en otras palabras, productivo contra
no productivo, o rico contra pobre.
Este
conflicto no es ningún accidente. Como
lo hemos mencionado, los métodos de los proponentes del nuevo orden mundial no son ordenados. Ellos respaldan la filosofía de George
Wilhelm Friedrich Hegel, un filosofo alemán del siglo 19. Hegel teorizó que hay “tesis, antítesis y que
eso produce la síntesis”.
El
economista Ludwig Von Mises afirmó:
“Aunque la
planificación económica sea un caos planeado, es esencial para el control
político centralizado”.
Usted puede
haber oído del economista John Maynard Keynes, el arquitecto de nuestro sistema
económico presente, el mismo arquitecto de la calamidad económica que viene, la
que aparece en el horizonte. En 1920,
Keynes escribió un libro llamado Las
consecuencias económicas de la paz. En
ese libro, el cita a Lenin:
“Debido al
continuo proceso de la inflación, el gobierno puede confiscar, secreta e inadvertidamente,
una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos”.
Oseas 4:6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6 Mi pueblo fue destruido, porque le
faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del
sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus
hijos.
Desde que
los socialistas de la Asociación Nacional de Educación y el gobierno ganaron el
control de l mente de nuestros niños, hemos estado perdiendo terreno rápidamente
en la batalla por el corazón y la mente de nuestros jóvenes. Hemos estado dándoles una falsa educación,
con un propósito: adoctrinarlos con pensamientos y expectativas socialistas, de
ese modo reducimos la posibilidad de resistirse a la implementación de un nuevo
orden económico y, por último, al nuevo orden mundial.
El obstáculo
más grande para reconocer el levantamiento de este nuevo orden mundial es la
cantidad masiva de desinformación que sale del gobierno y los medios. La diseminación de la desinformación es sólo
posible cuando la gente carece del verdadero entendimiento; esa es la razón de
mantener a las masas alejadas del verdadero entendimiento.
Si no
despertamos, será demasiado tarde una vez que el nuevo orden mundial se ubique con
su orden económico, político y religioso; disentir no será una actividad
permisible.
El dinero
como lo conocemos actualmente ha sido pervertido, o como John Maynard Keynes
dijo, “corrompido”. ¿Por qué? Porque le hemos dado el control monopolístico
de nuestro sistema monetario a un banco privado llamado la Reserva Federal, que
no es federal y ¡tiene reservas dudosas!
Recuerde lo que el Señor Rothschild, de la familia bancaria Rothschild,
dijo:
“Denme el
control de un sistema monetario nacional, y no me importa quien escriba sus
leyes”.
Tenemos dos
gobiernos en este país: el gobierno debidamente constituido por el presidente,
el Congreso y el sistema judicial; y otro gobierno mucho más poderoso, el de la
Reserva Federal. El dinero, en efecto,
mueve al mundo; cuando el Congreso le dio el control de nuestro sistema
monetario a la Reserva Federal en 1913, creó un monstruo poderoso. La Reserva Federal determina lo que pagarás
por tu auto o tu casa e incluso determina si tendrás trabajo.
Note lo que
economista Milton Friedman dijo:
“La función
principal de la Reserva Federal es determinar el suministro de dinero. Ella tiene el poder de aumentar o disminuir
el suministro de dinero a cualquier tasa de interés que prefiera”.
Estos
banqueros centrales o funcionarios de la Reserva Federal, pueden crear un auge
en la economía, o a la inversa, pueden crear una recesión o depresión. Un claro ejemplo de esto fue el periodo
previo a 1929. La Reserva Federal a su
discreción, incrementó el suministro de dinero en aproximadamente sesenta por
ciento; luego, al tiempo de la quiebra, drenaron el suministro de dinero. Aquellas personas que habían hecho
compromisos basados en la expectativa de que habría dinero suficiente para pagar
sus obligaciones, fueron entonces incapaces de hacerlo. El congresista Louis McFadden, entonces
presidente del Comité de la Cámara sobre actividades bancarias y divisa,
comentó:
“No fue la [Depresión]
un accidente. Fue un cuidadoso
acontecimiento artificial. Los banqueros
internacionales procuraron causar una situación de desesperación, de modo que
pudieran ellos surgir como los jefes de todos nosotros”.
El “Informe
de desarrollo humano”, un reporte publicado por el consejo social y económico de
la Naciones Unidas, en junio de 1994, dice:
“Un banco
central es esencial para el siglo 21, para una administración macroeconómica,
sana, para la estabilidad financiera global y para asistir a la expansión económica
de las naciones pobres”.
En pocos años,
usted verá a más personas perder más dinero que en cualquier tiempo en la nuestra
historia. Y aun exactamente en el mismo
tiempo, algunas personas forjarán nuevos imperios financieros con la riqueza que
les será transferida. Incluso durante el
colapso económico, la riqueza no será destruida, excepto la propiedad destruida
por el disturbio civil. La riqueza será
simplemente trasferida.
Riqueza transferida, un ejemplo que remarca lo
que ocurre en Puerto Rico hoy:
Por
ejemplo. Suponga que un agricultor tiene
una operación de un millón de dólares que incluye toda su tierra, su hacienda,
sus edificios, su ganado y su equipo.
Ese agricultor debe $500,000.00 dólares sobre la operación valorada en un
millón de dólares. Cuando los duros
tiempos económicos llegan y el ya no puede hacer los pagos de esa deuda de
500,000.00 dólares (o tal vez el banquero decida arbitrariamente demandar el
pago del préstamo, ya que el agricultor no puede hacer los pagos y no tiene el
efectivo para pagar el préstamo), su operación será vendida en los predios del
juzgado.
¿Y qué pasa
después? Con toda probabilidad, alguien
vendrá -quizá el banco u otro individuo-, y ofrecerá $500,000.00 dólares, la
cantidad exacta debida, y exactamente requerida en esa situación, para así,
comprar la operación entera. Todavía
todo está allí -la tierra, la hacienda, los edificios, el ganado y el equipo-
la única cosa que ha cambiado es el dueño.
La riqueza ha sido transferida.
Si usted no
es parte del servicio social, ni de la élite económica (millonario o
multimillonario), usted es el centro.
Incluso si usted tiene algunos millones, usted es el centro de los
operativos del nuevo orden mundial. Sin
poder económico, puede haber poco o ningún poder político; si usted está
ocupado tratando de cavar las cenizas económicas, no será una amenaza política
para los proveedores de esta tiranía.
Algunas personas
se sorprenderán de lo que estoy a punto de revelar. Otros están muy conscientes de ello. En los Estados Unidos (Puerto Rico), muchas
fundaciones sin fines de lucro han sido el negocio ideal para crear el nuevo
orden mundial.
Si examina
los estudios, los documentos y las referencias históricas de las tentativas de esclavizar
a este país en pro de un nuevo orden mundial, encontrará que hay dos
organizaciones que están a la vanguardia de los cambios políticos y económicos que
experimentamos en los Estados Unidos.
La primera organización
es el Counsil on Foreign Relations [Consejo de Relaciones Exteriores], el brazo
político de la élite.
La segunda
organización es la Comisión Trilateral, el brazo económico de la élite. Hay que entender que no toda la gente
implicada en estas dos organizaciones es mala; ellos simplemente hacen las
cosas con motivos incorrectos.
Los más
selectos de esos grupos elitistas están bien adiestrados en cuanto a los
objetivos de su orden particular. Ellos
usan su educación en la teoría hegeliana –“el conflicto trae progreso, pero el
conflicto controlado trae progreso controlado”- para lograr sus objetivos
político y económicos. Usted verá sus métodos
a través de la historia, en conflicto tras conflicto, porque muy a menudo esa
misma gente ha estado en ambos lados de cada conflicto, principalmente en la
historia moderna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario